1. Identidad auténtica
¿Qué cualidades definen e inspiran a cada uno de los productos o servicios? Identifica dichos elementos y crea un mensaje simple, coherente y unificado.
2. Sencillez
Cuando se trata de mostrar demasiadas cosas a la vez, se termina distrayendo el mensaje y confundiendo al consumidor.
3. Que transmita emociones
Este es el tipo de conexión emocional que se debe ofrecer a los consumidores. ¿Qué necesidad satisface el producto o servicio? ¿Qué dolor alivia? Se deben encontrar estos puntos de presión y utilizarlos para encender la pasión por la marca.
4. Análisis de la competencia
Estudiar a quienes están en el mismo mercado, hace que se pueda ver un panorama más amplio de lo que existe actualmente, ¿quién logra destacarse dentro de las marcas? Por qué? y así crear una imagen diferente y completamente autentica.
5. Colores y símbolos que comuniquen
El logo más que un elemento de diseño se convierte en la personalidad de la marca a donde vaya, la forma y el color deben ser coherentes con el alma de la compañía, conocer lo que significa cada elemento que se usa se hace vital para definir la imagen deseada.
6. Participación de los empleados
Es vital para el crecimiento de una empresa que sus empleados se sientan comprometidos con la marca y logren transmitir este sentir en todas las interacciones que tienen con su entorno laborar y con los clientes.
7. Consistencia
Una de las tareas de mayor inversión de tiempo para una marca es lograr la coherencia entre lo que se propone, dice y hace, cuando esta tarea se cumple a cabalidad, la consistencia se convierte en la solidez de una marca.
Al tener en cuenta todos estos elementos al momento de crear una marca, el camino a la recordación y diferenciación esta asegurado, tomarse el tiempo para analizar cada uno de los componentes permitirá que el proceso sea exitoso.